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Estado Absolutista

Génesis del Estado Absolutista

El Estado Absolutista, y con ello el Absolutismo, supone un nuevo orden europeo que tiene como origen el desintegramiento del Feudalismo y el asentamiento de la ideología capitalista de inversión, que tiene como consecuencia que el modo de producción fundamental pase de ser feudalista a capitalista. Y, por otro lado, la consecuencia en el sistema político es la formación de los Estados Absolutistas.

Este nuevo orden europeo tiene su génesis en la crisis del siglo XVII. Hacia 1620 se perciben que los precios caen en picado por la caída de la población lo que provoca que al decrecer la demanda bajen los precios. También se registra una caída del sector artesanal. A todo esto hay que sumar que disminuye el comercio entre España y América lo que afecta a la economía de toda Europa. En definitiva económicamente se percibe un empobrecimiento, además de la pérdida de población. A todo esto hay que sumar la coyuntura del propio Siglo XVII. Entre 1620-1635 se suceden una serie de pestes que todavía reducen más la población y la propia situación de crisis económica se va a alimentar por la Guerra de los 30 años (1618-1648). La batalla de Nordlingen marcó el principio del fin de la guerra. En 1648 se firma la Paz de Westfalia, que es la suma de la paz de Múnster y Osnabruck donde participan Suecia, Francia y el Imperio, cuya idea es restablecer la situación previa de un mayor poder aristocrático.

Concepto de Estado Absolutista

Podemos definir el Estado Absolutista como aquel Estado basado en la supremacía social de la aristocracia, limitada por los imperativos de la propiedad de la tierra. La nobleza podría depositar el poder en la monarquía y permitir el enriquecimiento de la burguesía (deseo de ascenso social), pero las masas estaban todavía a su merced. En este Estado nunca tuvo lugar un desplazamiento político de los nobles.

Las características generales del Estado Absolutista eran:

Económicamente:

• La propiedad absoluta. En esta época se produce una absorción del derecho romano en la Europa renacentista, y su superioridad para la práctica mercantil. Se revitalizó la noción de la propiedad quiritaria. Legalmente:

• El Derecho romano consolidaba la contracción de poder de la clase aristócrata en un aparato de Estado centralizado que era la reacción noble frente a él. El doble movimiento social inserto en las estructuras absolutistas encontró así una concordancia jurídica en la reintroducción del Derecho romano.

• Cánones racionales de prueba

• Las tradiciones de equidad.

Políticamente:

• Más centralismo estatal

• Distinción entre derecho civil (ius), el cual regulaba las transacciones económicas entre los ciudadanos, y Derecho público (lex), el cual regía las relaciones políticas entre el Estado y los súbditos.

• La máxima de Ulpiano se convirtió en un ideal de las monarquías renacentistas y uno de los pilares fundamentales, quod principi paciut legis habet vicem (la voluntad del príncipe tiene fuerza de ley). La idea complementaria trataba de que los reyes y príncipes estaban ag legibus solutus, o libres de las obligaciones legales anteriores. Ambas ideas proporcionaron las bases jurídicas para anular los privilegios medievales, ignorar los derechos tradicionales y someter las libertades privadas.

• Se creó un ejército permanente para la conquista de territorios. Formado éste por mercenarios ya que la monarquía no quería armar al pueblo, para evitar posibles insurrecciones.

• Burocracia. Se produce un enriquecimiento de una parte de la población. Van a florecer y en buena medida los soberanos también ya que los estados pueden crear más burocracia ya que cobran más impuestos y una parte de los gobernantes participan en la creación de las compañías siendo beneficiarios de las mismas. La idea de crisis de aristocracia se puede documentar y se manifiesta en una crisis económica ya que disminuye su patrimonio, una política por el afán de control del monarca y una crisis social provocada por la burocratización y el ascenso de la burguesía y su acceso al gobierno.

• Sistema impositivo. Mercantilismo, supone la centralización de las actividades económicas algo que también pasaba en el feudalismo. La novedad es el planteamiento del desarrollo económico de ese control siendo el interés fundamental favorecer la prosperidad de los súbditos facilitando sus condiciones de producción porque entienden que si la población produce más la recaudación por impuestos será mayor. El mercantilismo va a generar por un lado un incremento claro del poder del estado habiendo una asociación directa entre las actividades del mercantilismo y estado, desde el punto de vista social se va a revalorizar el trabajo y los intercambios que hasta ahora no estaban muy bien vistos lo que produce la revalorización por ejemplo de las actividades manuales. Finalmente va a empezar a prestarse atención dentro de los estados al equilibrio de la balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) apareciendo los primeros estudios económicos.

• Comercio. En relación con el mercantilismo, en esta época se procederá a la creación de compañías comerciales. Estas compañías estaban formadas por particulares que ponen su fortuna para llevar a cabo las actividades destacando la compañía holandesa de las indias orientales teniendo mayor poder económico y político que el gobierno, se creó en el 1602 y acabó desplazando a los portugueses.

El fin del Estado Absolutista

El fin del Estado Absolutista viene dado por la Revolución Francesa (1789).Tras ella, comenzará lo que se conoce como Edad Contemporánea. La llegada de la Revolución Francesa viene dada por una crisis del sistema absolutista provocado por: ideas de la ilustración, insurgencias, estallidos revolucionarios, luchas dialécticas entre nobleza y burguesía… Esta última lucha es el mayor conflicto clasista, y más duradero dentro de los Siglos XVII y XVIII, ya que incipientemente esta burguesía va a coger mucho peso dentro del aparato burocracia de los Estados y con ellos poder debilitando por ello a la nobleza y desplazándola de sus posiciones fácticas de dominio, dando finalmente, la victoria definitiva a la burguesía tras la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos. Instalando así el modo de producción capitalista y un sistema político burgués.

Carlos Barra