¡Esta es una revisión vieja del documento!
Autor: SILVIA BATANERO CASAS ERROR MÉDICO
Error médico es el daño provocado en el paciente por la acción o inacción del médico, en el ejercicio de la profesión, y sin la intención de cometerlo.
Hay tres posibilidades de suscitar el daño y alcanzar el error: imprudencia, impericia y negligencia. Ésta, la negligencia, consiste en no hacer lo que debería ser hecho; la imprudencia consiste en hacer lo que no debería ser hecho y la impericia en hacer mal lo que debería hacerse bien. La negligencia ocurre casi siempre por omisión. Y se dice de carácter omisivo, en oposición a la imprudencia y a la impericia que ocurren por comisión. El mal provocado por el médico en el ejercicio de su profesión, cuando es involuntario, se considera culposo, puesto que no ha existido la intención de cometerlo.
La Medicina presume un compromiso de medios, por lo tanto, el error médico debe ser separado del resultado adverso cuando el médico empleó todos los recursos disponibles sin obtener el éxito esperado o aún, diferenciándolo del accidente imprevisto. Lo que asusta en el llamado error médico es la dramática inversión de expectativa de quien va en procurar el bien y alcanzar el mal. El resultado dañoso, a su vez, es visible, inmediato en la mayoría de los casos, irreparable casi siempre y revestido de sufrimiento singular para la naturaleza humana.
Error médico es la conducta profesional inadecuada que supone una inobservancia técnica capaz de producir un daño a la vida o la salud de otros, caracterizada por impericia, imprudencia o negligencia. Cabe diferenciar error médico originado de un accidente imprevisible y del resultado incontrolable. Accidente imprevisible es el resultado lesivo, resultado de caso fortuito o fuerza mayor, incapaz de ser previsto o evitado, cualquiera que sea el autor en idénticas circunstancias. Por otro lado, el resultado incontrolable es aquel derivado de situación incontrolable, de curso inexorable, propio de la evolución del caso, cuando hasta el momento de la ocurrencia, la ciencia y la competencia profesional no disponen de solución.
El médico representa el ser humano investido de la prerrogativa sobrehumana de mitigar el dolor, aliviar el sufrimiento y aplazar la muerte del semejante. Por eso, su error asume proporciones dramáticas, representa la negación del bien, pero nunca la intención del mal. Entretanto, la repercusión del error sobre el paciente depende del grado de sociedad establecido en el binomio médico – paciente, en el meollo de esa relación compleja y delicada establecida para buscar el bien. Cuando hay una asociación activa, bilateral, marcada por el respeto, por el afecto y por la transparencia y consumada bajo los auspicios de la autonomía, esa relación alcanza un elevado y grado de comprensión y tolerancia mutuas. No al punto de consentir errores de parte a parte, sino de transformar las fallas comprensibles y enseñar el ejercicio del perdón en la parte ofendida o por lo menos una respetuosa tolerancia.
BIBLIOGRAFIA Error medico en cirugía; Claudio Irribarren, Eduardo B. Arribalzaga, Pablo Curutchet. Errores médicos o desviaciones de la práctica asistencial diaria; F.González Hermoso. www.lexabogacia.com www.reclamacionesmedicas.com www.ramosmesonero.com www.psiquiatria.com