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Urbanismo


Definición


El urbanismo es el conjunto de disposiciones teóricas y técnicas de carácter pluridisciplinar que tiene por objeto la ordenación del espacio urbano, así como la previsión del crecimiento futuro, tanto de los aspectos físicos como de los servicios.

Es una disciplina multidisciplinar (sociología, economía, derecho, ingeniería, arquitectura, historia…), que admite numerosos enfoques, desde considerarla como una ciencia a un arte, y abarca innumerables campos, desde la política, el derecho, la administración o la técnica.

Historia


El modelo urbano aparece durante la revolución neolítica. Las primeras civilizaciones urbanas surgen hacia el 3000 a. C. en diversos lugares de África y Asia: en los valles del Tigris y el Éufrates (Ur, Uruk), en el valle del Nilo (Menfis, Giza, Tebas), en el valle del Hoang-ho (Huixia, Anyang), y en el valle del Indo (Harapa, Mohenjo-Daro).Son ciudades vinculadas a la agricultura, con poblaciones reducidas (20.000 habitantes) y planta irregular.

Las ciudades estado de la Grecia clásica, suelen seguir un plan más ordenado. Aparece el primer gran urbanista, Hipodamo de Mileto (c. 510 a.C.) un arquitecto griego que estableció normas revolucionarias, como su ordenación a partir de una red ortogonal. Se distinguían dos grandes conjuntos: la ciudad de los dioses (la acrópolis), que agrupaba todos los edificios religiosos en la parte más alta de la ciudad; y por otro el ágora, donde estaban los principales edificios públicos, como el mercado.

Pero la primera gran urbe de la historia surgió en Roma, que llegó hasta el millón de habitantes. Sentaron las bases de un sinfín de edificios y estructuras de carácter público que caracterizaron el urbanismo occidental durante siglos, como el alcantarillado, los acueductos, fuentes, puentes, termas, pavimentos, mercados, teatros, circos…. Las ciudades siguen una retícula ortogonal con dos grandes vías que la cruzan: cardo y decumanos.

Tras la caída del imperio romano, hacia el siglo V, la ciudad experimentó un gran retroceso en occidente. Fueron ciudades muy pequeñas con plantas circulares, más fáciles de defender, en cuyo centro se encuentran la plaza principal y los escasos órganos de gobierno.

En el mundo islámico, sin embargo, las ciudades siguieron manteniendo un gran impulso. Son plantas irregulares de calles estrechas que se entrecruzan formando verdaderos laberintos, una vida pública concentrada en torno a las mezquitas y los mercados.

En mesoamérica destacan las culturas maya y azteca, cuyas ciudades estado fueron muy similares a las griegas; y en el sur brilla el imperio de los Incas, que perduró unos lustros más tras la llegada de los europeos en la misteriosa ciudad de Machu Pichu (Perú).

En Europa hacia el siglo XIV, la ciudad se afianza como modelo económico y social. Surgen las grandes catedrales, signo y símbolo de la creciente importancia de una nueva clase social: la burguesía.

Hacia los siglos XVI y XVII surgen los grandes Estados europeos y las monarquías absolutistas. Las principales calles de la ciudad se ensanchan, aparecen las arboledas, las grandes plazas y se intenta crecer a partir de plantas regulares. Los edificios públicos y administrativos cobran gran importancia. La ciudad refleja la grandeza del Estado, por lo que todo gasto está bien empleado. Con la revolución francesa y la revolución industrial, la ciudad vuelve cambiar acorde a los nuevos tiempos. Adquiere rasgos industriales y experimenta un gran crecimiento. El prototipo de ciudad es París, y la reforma de Haussmann, que propone una ciudad ordenada y cómoda (alcantarillas, iluminación, calles anchas y arboladas…).

La ciudad se divide en barrios, en los peores lugares se hacina el proletariado, en unas condiciones miserables, mientras que las zonas más ventajosas se reservan para la burguesía y la actividad comercial. El ejemplo más evidente lo encontramos en Londres.

A medida que va transcurriendo el siglo XX, las ciudades experimentan un desarrollo cada vez más vertiginoso. Se produce una impresionante explosión demográfica y los avances tecnológicos se suceden cada vez con mayor rapidez.

Hoy día, los grandes centros han crecido hasta el punto de haber absorbido los pueblos y ciudades colindantes. Existen megalópolis titánicas, de gran dinamismo, en las que la superficie urbana se extiende por kilómetros y kilómetros. Monstruos como las conurbaciones de Tokio y Yokohama, Liverpool y Manchester, Washington y Boston, o la región del Ruhr.

El urbanismo en España


En el caso europeo el urbanismo afecta radicalmente al concepto de propiedad privada. Según el consejo europeo de urbanistas, el desarrollo del entorno físico en constante transformación debe ir en interés del bien común pero respetando los derechos del individuo. La planificación urbana funciona a través de los mecanismos de toma de decisiones de las instituciones políticas de la sociedad y con los sectores público y privado.

La Constitución Española de 1978 recoge que nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por la Leyes ( artículo 33), o que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación (artículo 47).

A parte la Ley del Suelo de 2008 hace hincapié a que el urbanismo debe responder a los requerimientos de un desarrollo sostenible, minimizando el impacto de aquel crecimiento y apostando por la regeneración de la ciudad existente. La Unión Europea propone un modelo de ciudad compacta y advierte de los graves inconvenientes de la urbanización dispersa y desordenada: impacto ambiental, segregación social e ineficiencia económica por los elevados costes energéticos, de construcción y de mantenimiento de infraestructuras y de prestación de los servicios públicos. El suelo, además de un recurso económico, es también un recurso natural, escaso y no renovable.

Bibliografía


  • Enciclopedia Larousse
  • La Ordenación Urbanística: Conceptos, herramientas y prácticas. Juli Esteban Noguera. Electra. Barcelona, 2003
  • Introducción al Derecho Urbanístico. López Ramón, Fernando. Marcial Pons, Madrid 2005.
  • REAL DECRETO LEGISLATIVO 2/2008, de 20 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la ley de suelo
/var/www/html/lefispedia/data/attic/es/urbanismo.1339423151.txt.gz · Última modificación: 2020/01/08 18:13 (editor externo)