¡Esta es una revisión vieja del documento!
La criminalística es una ciencia que tiene que ser bien diferenciada de otros conceptos similares. En este término wiki se procede a delimitar el concepto desde un punto de vista general y jurídico, diferenciándolo básicamente de la criminología; así como estableciendo un desarrollo histórico y metodológico para finalmente llegar a unas conclusiones generales.
Según la Real Academia de la Lengua Española 1) el término criminalística proviene del alemán Kriminalistik y se define como “el estudio de los indicios de un hecho criminal con el fin de determinar todos los datos posibles relativos a la víctima o a las circunstancias del crimen”.
Esta definición la podemos entender desde un punto de vista poco técnico. Esta definición, de hecho, no está incluida en la vigente edición del diccionario, sino que se recoge como una definición que será incorporada en la próxima edición (la 23ª). Esto da muestra del gran avance que en la última década ha experimentado esta ciencia.
En términos técnico-jurídicos podemos, sin embargo, definir el concepto de criminalística como la disciplina auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente; y, más concretamente, como la disciplina que usa un conjunto de técnicas y procedimientos de investigación cuyo objetivo es el descubrimiento, explicación y prueba de los delitos, así como la verificación de sus autores y víctimas. La criminalística, por tanto, se vale de los conocimientos científicos denominados ciencias forenses para la reconstrucción de hechos delictivos.
Una definición de criminalística que ofrece una muestra de la amplitud de este concepto es la de Antonio García-Pablos de Molina 2) que define la criminalística como una de las denominadas ciencias empíricas que tiene por objeto el crimen, el delincuente, la víctima y el control social del comportamiento delictivo; y que aporta una información válida, contrastada y fiable sobre la génesis, dinámica y variables del crimen; así como sobre su prevención eficaz, las formas y estrategias de reacción al mismo y las técnicas de intervención positiva del infractor.
La confusión terminológica que se da con mayor frecuencia se produce entre la criminalística y la criminología debido, muy probablemente, a la falta de información o información errónea, por ejemplo en traducciones de otros idiomas donde con frecuencia se confunden ambos términos y sen usan indistintamente.
La criminología3) es la disciplina que se ocupa del estudio del fenómeno criminal con el fin de conocer sus causas y formas de manifestación.
Atendiendo a esta definición brindada (y a su desarrollo en el enlance en caso de duda), es fácil captar la gran diferencia existente entre la criminalística y la criminología: la primera se ocupa fundamentalmente del “cómo” y “quién” del delito a través de las ciencias forenses como su herramienta fundamental; mientras que la segunda profundiza más en su estudio y se plantea la interrogante del “porqué” del delito ayudándose de la sociología.
Podemos encontrar la primera referencia a la criminología o al concepto que de esta ciencia empírica se tenía ya en el Antiguo Testamento donde es interesante observar el siguiente fragmento: “Dios pone un sello en la mano de todos los hombres para que cada uno conozca sus obras“ (extraído del versículo Job 37.7, del Libro de Job de la Santa Biblia.
Aunque ya en textos bíblicos podemos encontrar referencias a lo que actualmente conocemos como criminalística, no será hasta el siglo XVI, concretamente en 1575, cuando surge la que conocemos como ciencia precursora de la criminalística que es la medicina legal o medicina forense.
A partir de esta fecha, muchos serán los destacados juristas, científicos o investigadores que irán desarrollando las diferentes ciencias forenses y los principios de esta ciencia empírica. Los más destacados son: Gopsi (primer autor que desarrolla una obra como herramienta del juez en lo criminal titulada “Il Giuddice Criminalista”) y gran variedad de científicos que lograrán importantes avances como Marcelo Malpighi en las impresiones dactilares, Eugène-François Vidocq como ex-convicto y detective de París que redujo el índice de delincuencia de manera asombrosa aplicando técnicas criminalísticas (sobre todo en el terreno de la balística) o también Jan Evangelista Purkyně realizando un gran avance en huellas dactilares.
Sin embargo, el más ilustre y distinguido criminalista de todos los tiempos es Hans Gross al que se le considera el padre de la criminalística. Hans Gross fue un joven Juez de Instrucción que, tras darse cuenta de la falta de conocimientos de orden técnico que privaba en la mayoría de los Jueces, decidió escribir un libro que contuviera todos los conocimientos científicos y técnicos de aplicación en la investigación criminal. En su obra “el Manual del Juez” publicada en Austria en 1892, el profesor Gross definió la criminalística como una disciplina jurídico-penal.
Una vez comprendido el concepto, pasamos a desarrollar la finalidad u objetivo de la criminalística, así como de las diversas ciencias forenses de las que se vale para llevar esos objetivos a cabo.
Los objetivos o los principios fundamentales 4) del proceso criminalístico incluyen la protección del lugar de los hechos, su observación y fijación; así como el levantamiento y suministro de indicios al laboratorio o a la investigación siempre manteniendo la cadena de custodia para su prueba en la fase de juicio oral en un procedimiento penal.
Para lograr estos objetivos la criminalística, como hemos observado, se vale de gran variedad de herramientas o ciencias forenses5) que le sirven de instrumento metodológico. Algunas de estas herramientas son: el arte forense (retratos robot), la antropología forense (con el objeto de la identificación del cuerpo del delito, si lo hubiere), la balística forense, la dactiloscopia (basada en huellas dactilares distinguibles y reconocibles por diversos métodos), la genética forense (estudio de material biológico), la medicina forense y la odontología forense, la informática forense (que cada día supone más importancia en la criminalística),el peritaje caligráfico, la química forense y la toxicología forense.
Gracias a la criminalística, es decir a la organización, interpretación y análisis de las distintas ciencias forenses; la investigación policial se ve avalada por técnicas reconocidas, basadas en el conocimiento y experimentación científica lo que garantiza la eficacia del Derecho Penal y, por ende, del sistema policial y judicial de cualquier nación.
Autora: Sara Uriel Chueca