La palabra budismo proviene de “budhi” que significa despertarse; en este sentido, “el budismo es la filosofía del despertar a la realidad”.
El budismo se relaciona básicamente con una religión no teísta dhármica y de tipo nastika, pero también representa una filosofía, un método de entrenamiento espiritual y un sistema psicológico.
A diferencia del El Hinduismo , el Budismo se puede trazar hasta un único fundador, Siddharta Gautama, el llamado Buddha Histórico.
Buda Siddharta Gautama, posteriormente llamado también Sākyamuni o Tathāgata vivió en el noreste de la India en el s. V a. C. Buda no es el nombre de una persona, sino que es un titulo que se le adjudicó en la antigüedad. Se piensa que provenía de la segunda casta hindú llamada Ksatriva, compuesta de guerreros y nobles pero se desconoce su condición.
Siddharta tuvo una vida de opulencia, una existencia de lujos sin límites: manjares, ropas elegantes, sirvientes, el paraíso terrenal. A pesar de todo él no era feliz. Los placeres que le rodeaban solo servían para que contactara con la insatisfacción y para provocarle un intenso deseo de encontrar algo que tuviera un sentido más profundo.
Esa insatisfacción llego al límite a los veintinueve años cuando decidió dejar su hogar familiar y su vida de comodidades para convertirse en errante en busca de la verdad, uniéndose así a los sramana. Anteriormente ya había contemplado los Cuatro Encuentros. Siddharta anduvo errante seis años, meditando y aprendiendo de los más famosos maestros del norte de la India. A la edad de 35 años, tras largos años de esfuerzos y sacrificios, logró llegar al estado de Iluminación o Nirvana.
El resto de su vida lo dedicó a difundir la enseñanza y en la actualidad ha derivado en distintas escuelas. Pero hay que saber que Buda no era un Dios ni un profeta, porque en el Budismo no existe un concepto de Dios creador omnipresente como en el Cristianismo u otras religiones, porque básicamente el budismo es mas bien una filosofía o estilo de vida que una religión.
La primera Noble Verdad es duhkha, la naturaleza de la vida es sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. Los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento.
La segunda Noble Verdad es el origen de duhkha, el deseo o “sed de vivir” acompañado de todas las pasiones y apegos. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no existencia.
La tercera Noble Verdad es la cesación de duhkha, alcanzar el Nirvana, la verdad absoluta, la realidad última. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberarse del mismo, su no dependencia.
La cuarta Noble Verdad es el sendero que conduce al cese del sufrimiento y a la experiencia del Nirvana. Ese sendero se denomina el Noble Camino Óctuple, es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración. A través de esto, se llegará al Nirvana es el despertar a la verdadera naturaleza de la existencia y la vida, la meta de la práctica budista. Vid. también Camino Medio
Nada es permanente, todo confluye en constante cambio y transitoriedad, la estabilidad es una ilusión
Lo que se quiere decir es la inexistencia de una esencia, sustancia o entidad intrínseca duradera en la persona.
Lo que se busca es conocer que existe la insatisfacción en la vida de manera intermitente y que es una realidad universal.
La palabra karma significa literalmente «acción, acto», y designa tanto el poder latente que hay en las acciones como las consecuencias que se derivan de nuestros actos. Es una ley que busca el equilibrio de las cosas, es una ley de causa y efecto, una causalidad que rige el universo. Significa que todo lo que hacemos, con el cuerpo, el habla o la mente, tiene su correspondiente resultado.
El karma no se debe entender como castigo al igual que tampoco lo hacemos, por ejemplo, con el ADN. Karma es una más de las cinco tipos de condicionalidad o procesos lógicos del Universo (niyamas). Estos tipos de condicionalidad son impersonales y no hay intervención divina en ellos. Así, en el Mahakammavibhanga Sutta Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:
Los resultados de nuestras acciones suelen presentarse tarde, incluso en vidas futuras; no podemos atribuirles una causa, porque cualquier acontecimiento puede ser una combinación complejísima de muchos karmas que han madurado juntos. Para hablar de esas vidas futuras nos referimos al renacimiento que no es sinónimo de reencarnación. No se trata de que una esencia espiritual fija e inamovible encuentre cobijo en otro cuerpo cuando el primero ya se ha gastado. Lo que ocurre es que el ritmo de cambio continuo sigue su curso, del mismo modo que una llama de fuego avanza por un conjunto de ramas, pasando de una a otra. La llama nunca cesa de cambiar; de igual modo, nunca es el mismo “yo” el que renace. Para ser budista no es absolutamente necesario creer en el renacimiento.
Autor: MARTA MARIA GARCIA MONGE