**RADIACTIVIDAD**

Se trata de un fenómeno físico debido al cual ciertos elementos químicos, denominados radiactivos, emiten determinados tipos de partículas atómicas o subatómicas en forma de radiación.

Fue observado por primera vez por Henri Becquerel y altamente estudiado por el matrimonio Curie, que contribuyeron al desarrollo de este nuevo campo y al descubrimiento de nuevos elementos radiactivos.

Entendemos por cadena de desintegración al conjunto de isótopos radiactivos que se generan durante un proceso radiactivo. En dicho proceso un núcleo padre decae un núcleo hijo y así sucesivamente, emitiendo radiaciones.

Podemos distinguir entre cadenas de desintegración naturales y artificiales. Las naturales son aquellas cadenas radiactivas de elementos que existen desde el comienzo de la Tierra y son la serie del Torio, del Radio y del Actinio. Todas ellas, una vez transcurrido el tiempo necesario, dan lugar a diferentes isótopos del plomo, que se trata de un elemento con una vida media lo suficientemente grande como para considerarse estable.

Únicamente encontramos una cadena artificial, y es la serie del Neptunio, que no es encuentra de manera natural en la Tierra pero que es posible obtenerla mediante procesos en centrales nucleares. Esta serie va decayendo hasta convertirse en Talio, elemento estable.

Se trata pues de un fenómeno que ocurre en los núcleos de ciertos elementos, originariamente inestables (es decir, con un exceso energético), que son capaces de transformarse espontáneamente en núcleos atómicos de otros elementos más estables.

Las radiaciones emitidas puede ser de tipo electromagnético (en forma de rayos X o rayos γ), o de tipo corpuscular (como por ejemplo partículas α, protones…) y pertenecen al grupo de las denominadas radiaciones ionizantes, es decir, aquellas con energía suficiente como para ionizar la materia, es decir, con capacidad para extraer electrones ligados a un átomo.

Podemos distinguir 4 tipos de desintegraciones radiactivas posibles para un núcleo:

Se trata de una radiación muy energética, de modo que es capaz de penetrar en la materia mucho más que las radiaciones que ya hemos visto, siendo por ello la más nociva para un organismo vivo.

Como hemos dicho, este tipo de radiación interacciona fuertemente con la materia. Una misma radiación producirá efectos diferentes según la dosis y el tiempo de exposición de un cierto tejido, por ello es necesario establecer una serie de barreras y medidas de seguridad para evitar la destrucción de organismos vivos. Es por ello que existe el campo de la dosimetría y la radioprotección.

En todo caso, debemos ver a la radiactividad como algo con riesgo pero con múltiples aplicaciones en el campo de la medicina para la cura de diversas patologías de diversa índole.

Miguel Gisbert Garzarán