Una definición genérica de fascismo sería deformante e inexacta, pero un enfoque nominalista de los movimientos pasaría por alto las grandes similitudes que existen entre ellos; se da una inadecuación de teorías e interpretaciones sobre sus causas, y existe la cuestión de sí es posible asegurar la existencia de un fascismo genérico, la mayoría de las teorías no lo define así, sino que se centran en los movimientos más destacados, fascismo italiano y nacionalsocialismo.

Los comunistas identificaron al fascismo como una nueva fuerza anticomunista, violenta y multiclasista, un enemigo único y formidable que utilizaba sus armas.

La Primera Guerra Mundial barrió gran parte del liberalismo decimonónico, inició una época de revoluciones y conflictos políticos. Se distinguieron dos fuerzas políticas revolucionarias, el comunismo ruso -procedente del marxismo revolucionario europeo y de la Revolución Rusa- y el fascismo, nacida directamente de la propia guerra.

El término fascismo puede ser el más vago de los términos políticos contemporáneos, quizá porque en sí no tiene referencia política implícita. Fueron los fascistas italianos los primeros que utilizaron el término fascista que viene de “fascio” «haz o unión», primera fuerza considerable en exhibir esas características, durante mucho tiempo la más influyente ideológicamente, la definición creó problemas a los fundadores del fascismo italiano, pues no elaboraron un conjunto codificado de doctrinas sino ex post facto.

Los movimientos fascistas más destacados, fascismo italiano y nacionalsocialismo, entre ellos diferían en varios puntos, sin embargo comprendían los grandes puntos en común, y a pesar de su unión tenían claro que entre ellos existían diferencias importantes.

Los movimientos nacionalistas radicales de la primera postguerra mundial debían abrirse espacio político e ideológico nuevo, excepcionales en su hostilidad hacia todas las grandes corrientes establecidas, pero condicionados por su necesidad de lograr apoyos, sus aliados preferidos, la derecha autoritaria por su influencia programática e ideológica.

Los movimientos fascistas fueron la expresión más extremada del nacionalismo europeo moderno, nada que ver con los movimientos de derecha autoritaria. Los movimientos no fascistas estaban divididos en radicales, más moderados que los fascistas, y conservadores más tradicionales; ambos grupos de derecha autoritaria buscaban apoyo en la derecha, los fascistas en el conjunto de la sociedad; la derecha autoritaria rechazaba lo moderno y tenían tendencia hacia la militarización con fines políticos, los fascistas no, se oponía sus fines. Los tres propugnaban la unidad social y económica, aunque ello suponía la congelación del statu quo.

Mientras que casi todos los partidos y regímenes comunistas prefieren llamarse comunistas, la mayor parte de los movimientos políticos de la Europa de entreguerras a los que se califica de fascistas no utilizaban ese nombre.

La definición del concepto de fascismo debe derivarse de un estudio empírico de los movimientos europeos de entreguerras, no implicará que cada objetivo y característica identificada sean exclusivos de los movimientos fascistas. Tomada como un todo, describirá lo que todos los movimientos tenían en común, sin incluir características específicas de cada grupo. Debe utilizarse con cautela, pues diferían entre sí en tantos aspectos como características tenían en común.

Podría definirse como: todo movimiento autoritario no marxista, basado en un partido único y que trata de regular una economía mixta. En una definición tan amplia identificaríamos un considerable número de regímenes fascistas previos y posteriores a la II Guerra Mundial.

Resulta útil un inventario general del mínimo fascista con las características que los une, ello incluría:

1) Negaciones fascistas:

  1. Antiliberalismo.
  2. Anticomunismo.
  3. Anicoservadurismo.

2) Puntos comunes en materia ideológica y objetivos:

  1. Creación de un nuevo Estado, planteaban un nuevo sistema secular radical, normalmente republicano y autoritario.
  2. Organización de algún tipo nuevo de estructura económica nacional integrada (nacional corporativa, nacionalsocialista o nacionalsindicalista) identificarlo con corporativismo es incorrecto, la forma más desarrollada de fascismo -nacionalsocialismo alemán- rechazaba explícitamente el corporativismo formal.
  3. El objetivo del imperio o de un cambio radical la relación de la nación con otras potencias, no es claro que fuera imperialista por naturaleza.
  4. Defensa específica de un credo idealista y voluntarista.

3) Las características comunes de estilo y organización:

  1. Importancia de la estructura estética de los mítines, marchas, símbolos, la coreografía política rituales ceremoniales o litúrgicos, la actividad fascista les daba un papel central. Trataban de envolver al participante en una mística y en una comunidad ritual que apelaba al factor religioso. El objetivo, lograr la movilización de masas, aunque muchos grupos fascistas no lo lograron, pretendían trascender el elitismo o sectarismo de la derecha autoritaria.
  2. Movilización de masas con militarización, utilizaban insignias y terminología militar con el fin de reforzar el sentimiento nacionalista y de combate constante.
  3. Evaluación positiva del uso de la violencia, Poseía cierto valor positivo y terapéutico, en sí y por sí mismo, en un sentido darwinista era necesaria para la buena salud de la sociedad nacional.. Destaca el principio masculino, denominado «chauvinismo masculino», y la dominación masculina, al mismo tiempo que se defendía la visión orgánica de la sociedad.
  4. Exaltación de la juventud, fuerza vital del fascismo como movimiento nuevo, su participación en la lucha y la militarización era predominante.
  5. Tendencia específica a un estilo de mando personal, autoritario y carismático, jefaturas fuertes y autoritarias con culto a la personalidad del jefe. Su máximo exponente fue el nacionalsocialismo, denominaron a este fenómeno el fürherprinzip.

La doctrina fascista, ideología y cultura, son producto directo de aspectos de la Ilustración, derivan directamente de aspectos modernos y seculares prometéicos del XVIII. De la cultura moderna el antimaterialismo fascismo pude ser la divergencia más esencial, así como la importancia atribuida al vitalismo y al idealismo filosófico -el objetivo era la creación de un hombre nuevo, una cultura nueva que lograse la excelencia física y artística, ensalzando osadía, valor y superación de límites establecidos- y a la metafísica de la voluntad.

Sí tenían en común los movimientos fascistas el objetivo de una estructura y una relación funcional nuevas de los sistemas sociales y económicos, eliminaron la autonomía del capitalismo, se modifico el carácter de la condición social y se creó una nueva relación de producción comunitaria o recíproca.

LefisPedia 2013/11/30 02:23 Enrique Rubio Navarro